jueves, 8 de julio de 2010

Guatemala: Hacienda Chuacorral, un lugar ideal para los amantes de la naturaleza

La Hacienda Chuacorral es una antigua finca construida en el siglo XVII. Reconstruida a principios de los años 90 del siglo pasado, ofrece una posibilidad de conocer cómo era la vida en las antiguas haciendas guatemaltecas.

La Hacienda Chuacorral se sitúa a 5 kilómetros al suroccidente de la cabecera municipal de Joyabaj, en el departamento de El Quiché, a unos 110 kilómetros al norte de la ciudad de Guatemala, capital de la República de Guatemala, el más septentrional de los países de Centroamérica.

Durante más de un siglo, el bosque de la finca ha logrado sobrevivir a los embates del clima, tradicionalmente poco lluvioso, a la tala incontrolada y al robo de madera y leña, el ganado y enfermedades endémicas, y ahora luce como un oasis en medio de un indescriptible paisaje rural. Por iniciativa de los propietarios de la finca, en coordinación con el Instituto Nacional de Bosques (Inab) y con el esfuerzo de Adán Figueroa, vecino de Joyabaj, se realizó el primer plan intensivo de reforestación con el objetivo de mantener los bosques nativos de esta zona del altiplano guatemalteco, abundante en pinos, robles o encinos, amates, bambú y cedros, entre otras variedades forestales. Este plan de aprovechamiento es una oportunidad única de mantener los bosques de la zona de la Sierra Madre Occidental o Sierra de Chuacús a su paso por el municipio de Joyabaj, en pleno centro geográfico de la República de Guatemala.

En cinco temporadas de trabajo se han sembrado más de 25 mil pinos de la variedad occarpa, en una labor de entresacado mediante la cual se cortaron solamente aquellos pinos de edad y grosor determinados y aprobados por las autoridades del Instituto Nacional de Bosques (Inab), a la vez que se rejuvenecía el bosque con los nuevos árboles.

Gracias a la reforestación en Chuacorral se lucha también contra los procesos de erosión de la zona, se contribuye a atraer lluvia y se proporciona oxígeno a la atmósfera. La finca también contribuye a conservar la cuenca del río Chuacorral o Coyoyá, tributario del Motagua, el río más largo de Guatemala, cuya cuenca es una de las más degradadas del país debido a la actividad agrícola, la contaminación y la tala de árboles.

Además, mediante el ejemplo de aprovechamiento, siembra y conservación del bosque, se contribuye a concienciar a los habitantes de Joyabaj sobre la importancia de los árboles para la vida vegetal y animal propia de la zona, ya que sirven de recurso y habitación para numerosas especies de mamíferos, reptiles, aves e insectos nativos o migratorios, muchos de los cuales han vuelto a la zona debido a la recuperación del bosque.


FUENTE: PERIODICO DIGITAL CENTROAMERICANO Y DEL CARIBE

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